10:30 am y un poco de reflejo
Son cuatro nubes evidentes
las que contienen tu rostro. Hay algo
de montaña y precipicio,
de resplandor o simple belleza
que escondida sobresale. Podría ver
la desnudez en la mañana
pero esto es cielo o quizá simples rastros
de Fra Angelico o Beuys
y las ruinas que descienden a los ojos.
¿Son estas piedras pájaros
o pumas? Quisiera evidenciar lo inevitable:
ignoro el nombre de estas flores,
de estos arbustos tan pequeños
y que me miran en silencio.
Un jardín
Venir de los hexámetros o preguntar por Miguel Ángel
tiene algo de evidente.
Quieres demostrar bajo este cielo
que no se escapa nada. Que la algarrobina,
el sáuco o la lúcuma
son palabras sorpresivas, o un simple sabor.
Que un colibrí
tiene algo de fijeza y rapidez;
que la lentitud promete evidencias más notables;
que los ruiseñores descienden
en busca de comida. Ve esa flor,
es “choclo de oro” y no hay trino
que no entienda, porque el lenguaje de los pájaros
tiene algo de silencio
y revelación.
Ollantaytambo. 20 de dic. de 2005
1 comentario:
estube en Ollantaytambo una vez. pero que me parece tu poema es que el mismo aire de vidrio, seco y transparente ha vuelto a mis ojos. Que precisa tu poesia!
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