viernes, septiembre 22, 2006

Estos ancianos que toman el sol de primavera
tienen una gracia silenciosa. No hay murmullos
que escapen a la luz del mediodía. I remember,
I remember. No quisiera irme
antes de decirte que esos niños que juegan
en el quiosco mataron ayer una paloma. Ahora
el segador corta a la perfección el pasto. La máquina
ensordece el vuelo de las aves. Quisiera que el viento
refrescara la mirada de esas dos extranjeras
sudorosas. Sí, recuerdo
il ponto vecchio, una nube
fracasada en el cristal, las aguas
dolientes. La esencia de la verdad reside
en lo difuso. Esos niños dan de comer
a las palomas un puñado de maíz. No refresca
la brisa la memoria.

1 comentario:

Luis Chaves dijo...

leído y releído