miércoles, junio 28, 2006

The secret of language is the secret of disease

No es sobre el lenguaje o la enfermedad. Hay conversaciones
planeadas en el curso del día y frente al ventanal; algunos
campos amarillos en secreto. Me asustabas, dices. No
hay razón para inventarlo. Los toches
comen presurosos. Es muy elemental
el discurso. Había tardes de fiebre, corpos doientes,
frases abatidas por el viento. Unas cuantas
consideraciones para tu rostro, las palabras o el brillo.
Me pregunto: ¿de cuántas maneras podría abrazarte?
La bugambilia existe. No es el dolor, es el lenguaje
lo que daña. Demasiado elemental. Pensemos en el mar,
dices. Una ola, las gaviotas, ahora el abrazo
y el diálogo que tuvimos sobre Wei. Es claro
lo que existe como una partitura, lenta
la grafía, la extensión del dibujo
en el papel. Me daña, dices, la fuerza. Entonces
tus brazos, los labios mordidos, quizá uno, o tan sólo
el destello del cuerpo hincado son una ráfaga. Soy
la resurrección de la carne, el graznido.

1 comentario:

virna dijo...

me gustó mucho tu blog.
saludos,
virna
(http://papelderascunho.net)